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Estrella Occidental

FIDEL CASTRO EN LA CIENAGA CENA CON LOS CARBONEROS

 

  Fidel Castro: "Con los carboneros, a cenar con ellos"

El 24 de diciembre de 1959 a los vecinos de El Soplillar la vida les ofreció la dicha con la cual no habían soñado nunca, en aquella inmensa desolación que era ese territorio sureño.


Uno de los testigos del suceso fue Pilar Montano, ya fallecida, que solía contar la historia con evidente orgullo. Recordaba que por iniciativa de Fidel, el líder de la Revolución, y otros dirigentes, se reunieron aquel día en las inmediaciones de su humilde rancho para realizar una cena en homenaje a los carboneros, olvidados trabajadores de la Ciénaga.

El noble gesto se conoce como La Nochebuena de los carboneros, según lo calificara Antonio Núñez Jiménez, aunque Julio A. Amorín Ponce, historiador de la Ciénaga de Zapata, prefiere denominarlo como La nochebuena carbonera con Fidel.

Al revivir el hecho, Pilar detallaba que "algo después de que mi esposo hubiera sacrificado un cerdo para la familia, llegó al batey de El Soplillar el Doctor Antonio Núñez Jiménez, quien nos pidió que creáramos condiciones, que alguien importante había decidido pasar esa noche con los carboneros".

Como jamás se pronunció el nombre de Fidel, fue grande la sorpresa que se llevaron los habitantes de la zona al ver llegar al líder revolucionario.

A la edad de 70 años, Pilar conservaba intacta en su memoria algunos pormenores. "La noticia provocó tremendo alboroto y poco a poco se llenó el bohío. Una vez lista la cena en dos largas mesas de madera (ellos dispusieron de la bebida y la mayor parte de la comida), Celia Sánchez logró que mi esposo y yo nos sentáramos, y fue ella quien sirvió a todos. Así era de sensible y humana aquella mujer".

Contó que Fidel se marchó alrededor de la una de la madrugada y que habló mucho sobre las proyecciones sociales que ya tenía la Revolución para beneficiar a la Ciénaga de Zapata, hasta entonces un universo de pesadumbre y miseria.

"Fíjate cómo eran de pésimas las condiciones en que vivíamos, que al entrar a la casa Fidel me comentó con cierta broma que lo haría con cuidado, pues debido a su tamaño podría chocar con el palo que hacía de marco de la puerta y provocar un derrumbe.

"El estaba muy contento, hablaba mucho, mucho. Preguntaba sobre las condiciones del batey, cómo vivían las personas y especialmente los niños; si existía escuela y muchas otras cosas."

Cincuenta años después El Soplillar, enclavado en la región central de la Ciénaga, en las proximidades de Playa Larga, es una comunidad completamente ajena a la imagen que entonces inspiraba. La propia Pilar lo reveló a la prensa alguna vez. "Aquellas cosas de las que habló Fidel en la noche del 24 de diciembre de 1959, se han venido haciendo realidad en la Ciénaga de Zapata, donde no había ni dónde caerse muerto".

A CENAR CON ELLOS

El historiador Amorín Ponce, quien ha rastreado cada uno de los pormenores del suceso, explica que aquel día Fidel se encontraba en la Laguna del Tesoro revisando los planes turísticos del lugar, proyectos de desecación y canalización parcial de la Ciénaga, entre otras cosas. "Entonces surge una interrogante, ¿hacia dónde ir?, y la respuesta del líder fue: con los carboneros, a cenar con ellos".

Comenta que fue la primera vez en la historia que un Jefe de Estado compartía con los trabajadores más explotados y olvidados de Cuba. Razona que de esa manera tan cubanísima Fidel enviaba un mensaje de radicalización de una Revolución, que era de los humildes y para los humildes.

"La cena transcurrió en un ambiente familiar. Fidel infundió confianza en aquellas gentes humildes, semianalfabetas y desamparadas durante siglos. Ya para entonces se había concluido el canal que unía a La Boca con la afamada Laguna del Tesoro, el pedraplén Australia-Playa Larga-Girón, y se habían creado cooperativas carboneras y de pesca.

"De igual modo aparecían como luceros del saber los primer maestros, improvisadas escuelitas, postas médicas y otros adelantos en beneficio del pueblo cenaguero."

Junto al líder se encontraban aquel día Celia Sánchez Manduley, Pedro Miret Prieto, Antonio Núñez Jiménez y su esposa Lupe Velis, y el hecho fue perpetuado por el fotógrafo Raúl Corrales Fornos.

Está seguro Amorín que a partir de la primera visita de Fidel al territorio, el 16 de marzo de 1959, comenzó a producirse una profunda transformación económica y social en la sureña región. "La nochebuena carbonera fue el colofón de todo un año de metamorfosis de la oscura Ciénaga en humanizado humedal".

Sostiene que todo cuanto hoy observa el visitante en este lugar, reserva de la biosfera y escenario de la primera derrota del imperialismo yanki, es obra de la Revolución.

Medio siglo después, los cenagueros se disponen a recordar aquel suceso con un grupo de actividades. El programa incluye el acabado del conjunto monumental La nochebuena carbonera con Fidel, la réplica de los dos bohíos, y una biblioteca especializada en la historia y naturaleza de la Ciénaga de Zapata.

Estas ideas tienen el respaldo del creador Kcho, el Proyecto Comunitario Martha Machado y de otros jóvenes instructores de arte de la provincia.

En un soplillo que crece aledaño a los dos ranchos, justamente donde plantaron la cena de nochebuena aquel 24 de diciembre de 1959, los vecinos de El Soplillar rememorarán la dicha no soñada de una multitud de carboneros.  (Ventura de Jesús/ Granma Nacional).

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