La monumental campaña mediática lanzada contra Cuba por Estados Unidos tiene su talón de Aquiles
Por Javier Rodriguez Roque
La Habana, 30 mar (PL) La monumental campaña mediática lanzada contra Cuba por Estados Unidos tiene su talón de Aquiles precisamente en el tema escogido para atacar a un país que ha demostrado un compromiso real con los derechos humanos.
Cargando sobre sus hombros la ejecución de guerras de exterminio masivo desde Hiroshima hasta Afganistán, Washington carece de autoridad moral para trazar pautas a los cubanos sobre el respeto y la promoción especialmente del derecho a la vida.
Bastaría mencionar los intentos de sucesivas administraciones norteamericanas de provocar una catástrofe alimentaria en Cuba con los sabotajes a centros de producción agrícolas y pecuarios junto al más largo bloqueo económico, comercial y financiero que se recuerda en el mundo.
Lanzar una guerra bacteriológica contra el ganado, negar la posibilidad al país caribeño de adquirir en el exterior medicamentos y alimentos necesarios para la población, y apoyar el sabotaje en pleno vuelo de un avión comercial cubano, dicen bastante de lo que entiende Estados Unidos por respeto a los derechos humanos.
Pero la más importante respuesta a una campaña que ha sido permanente está en el propio accionar de Cuba y no sólo en la garantía del acceso de su pueblo a todas las oportunidades posibles de alimentación, estudio, trabajo y desarrollo cultural.
Cuba defiende también esos derechos de otros pueblos con la presencia de decenas de miles de médicos y trabajadores de la salud en más de 70 naciones del planeta, quienes prestan servicio en los lugares de más difícil acceso y condiciones más complejas.
Estados que han sufrido desastres naturales, como los ocurridos en Haití y Chile recientemente, conocen de la mano amiga de los médicos cubanos, ahora también empeñados en realizar estudios de carácter genético a miles de discapacitados en Nicaragua, Ecuador y Bolivia, entre otros.
Más de un millón de latinoamericanos pobres ha recobrado o mejorado la visión mediante operaciones gratuitas realizadas por especialistas cubanos, mientras miles de maestros de la isla antillana han dado sólidos golpes al analfabetismo en naciones de Latinoamérica y de otras latitudes.
Ese cumplimiento de un compromiso real con el respeto de la vida humana como principal derecho, es el blanco de una nueva, enorme y costosa campaña que como las precedentes está condenada al fracaso.
asg/jrr
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