El llamado Gobierno Mundial se reunió en Barcelona
Llegaron hasta el placentero hotel Dolce en carros de lujo con cristales oscuros o en helicópteros. Traspasaron sin problemas y en anonimato el férreo control policial que determinaba el paso hacia la instalación turística del renombrado poblado de Sitges, en Barcelona, España. Eran los más de 100 jerarcas de la economía, las finanzas, la política y los medios de Norteamérica y Europa, quienes vinieron hasta este lugar para la reunión anual del Club de Bilderberg, una especie de gobierno mundial a la sombra.
Durante el fin de semana intercambiaron los encumbrados personajes en el más estricto secreto, como lo exigen los cánones del selecto y casi clandestino foro.
Un Club del capital y contra el comunismo
El exclusivo Club que se reunió en Sitges nació en 1954. Surgió de la idea del consejero y analista político Joseph Retinger. Sus impulsores iniciales fueron el magnate norteamericano David Rockefeller, el Príncipe Bernardo de Holanda y el Primer Ministro belga, Paul Van Zeeland . Sus propósitos fundacionales eran combatir el creciente “antinorteamericanismo” que había en la Europa de la época y enfrentar a la Unión Soviética y al comunismo que cobraba fuerza en el Viejo Continente.
Para ello se habría de convocar a la flor y nata del empresariado, las finanzas, la política y los medios, quienes discutirían y buscarían consensos sobre los grandes temas de interés para el capitalismo estadounidense y europeo y trasladarían sus visiones económicas y energéticas y su estrategia política y militar a los gobiernos y organismos internacionales.
Su primera reunión se celebró en el Hotel Bilderberg, en Osterbeck, Holanda, el 29 y 30 de mayo de 1954. De ahí salió el nombre del grupo, que desde entonces se ha reunido anualmente, con la excepción de 1976.
A su conferencia privada anual, el grupo invita a unas 100 personalidades influyentes exclusivamente de Europa y Norteamérica. Hay un núcleo de afiliados permanentes que son los 39 miembros del Steering Comittee, el resto son invitados. En la convocatoria a los elegidos se dice que la organización exige que nadie “conceda entrevistas” ni revele nada de lo que “un participante individual haya dicho”. Es requisito imprescindible un dominio excelente de la lengua inglesa para poder tomar parte activa en los debate, pues no hay traductores presentes.
Hasta 1976, el Grupo Bilderberg estuvo presidido por el príncipe Bernardo de Holanda.. A raíz del escándalo suscitado por los sobornos de la Compañía Lockheed, en los que se vio envuelto como principal implicado, éste dejó la presidencia del Grupo, siendo sustituido por Douglas Home, ministro de Exteriores británico, que permaneció en el cargo hasta 1980. A Home le sucedió Walter Scheel, ministro de Asuntos Exteriores y, posteriormente, presidente de la República Federal Alemana, que asumió la jefatura hasta 1985, año en que fue relevado por el británico Eric Roll, presidente del grupo bancario S.G.Warburg. Este último dejó paso en 1989 a Peter Rupert, más conocido como Lord Carrington, ex-secretario general de laOTAN y ex-ministro de varios gobiernos británicos.
El actual presidente del Club es el político y negociante belga Étienne Davignon.
Poder, Intriga e Influencia
No se sabe a ciencia cierta los alcances reales del grupo. Los estudiosos del ente dicen que no es casualidad que se reúnan siempre poco que antes que el G-8 (G-7 anteriormente) y que buscan un nuevo orden mundial de gobierno, ejército, economía e ideología única.
En tal sentido, resultan bien gráficas las expresiones que no hace mucho tiempo emitieron dos destacados bilderbergers:
David Rockefeller dijo en un reportaje a la revista “Newsweek”: “Algo debe reemplazar a los gobiernos y el poder privado me parece la entidad adecuada para hacerlo”.
Por su parte, el banquero James P. Warburg afirmó: “Guste o no guste tendremos un gobierno mundial. La única cuestión es si será por concesión o por imposición”.
La periodista Caroline Moorehead (The Times) calificó al grupo en 1977 como “un club exclusivo, quizás sin poder, pero, sin duda, con influencia” y afirmó que “se reúnen secretamente para planificar acontecimientos que más tarde simplemente aparecen como que han sucedido.
Pilar Urbano, biógrafa de la Reina de España, dijo que oyó hablar a la soberana sobre el Club desde hace una década y desde entonces aumentó su interés por esa entidad, en la misma medida en que las cosas que se decían en sus reuniones iban cumpliéndose inexorablemente.”Si … hace diez años se debate una cosa que luego termina por llevarse a efecto, comienza a pensar que no te encuentras ante simples opiniones o conjeturas, sino ante un diseño”. Como ejemplo de esos temas elucubrados en las reuniones de Bilderberg la escritora señala “la gran subida que experimentó el petróleo, el liderazgo de Merkel o el triunfo de Obama estaban cronologizados y se fueron cumpliendo como una gimnasia sueca”.
“Ellos conocían 10 meses antes la fecha exacta de la invasión de Irak; también lo que iba a pasar con la burbuja inmobiliaria. Con información como esa se puede hacer mucho dinero en toda clase de mercados. Y es que hablamos de clubes de poder y de saber”.
Para los estudiosos, uno de los temas que más preocupa al Club es la “amenaza económica” que significa China y su repercusión en las sociedades norteamericanas y europeas.
Su influencia en la élite la demuestran algunos con el hecho de que Margaret Thatcher, Bill Clinton, Anthony Blair y Barack Obama estuvieron entre los invitados al Club antes de que fueran electos al más alto cargo gubernamental en Gran Bretaña y Estados Unidos. Obama acudió a la reunión de junio de 2008 en Virginia, EEUU, cinco meses antes de su triunfo electoral y su victoria se pronosticaba ya desde la reunión del 2007.
En las reuniones del Grupo han estado también Gerald Ford, Henry Kissinger, Hillary Clinton, Znibiew Brzezinski, Sandy Berger, John Kerry y otros influyentes personajes estadounidenses.
Conciliábulo en Barcelona
Poco se dijo de la cita en Sitges. La agenda era secreta, la lista de invitados, confusa, las conclusiones, para exclusivo conocimiento de los participantes.
Entre tanto sigilo, la prensa fue sacando nombres por aquí y por allá. Entre los que llegaron a Sitges estaban importantes empresarios como los presidentes de la FIAT, Coca Cola, France Telecom, Telefónica de España, Suez, Siemens, Shell,Novartis y Airbus.
También se reunieron gurúes de las finanzas y la economía como el famoso especulador George Soros, los asesores económicos de Obama Paul Volcker y Larry Summers, el flamante Secretario del Tesoro Británico George Osborne, el exPresidente de Goldman Sachs y British Petroleum Peter Shilton, el excomisario europeo y exministro español Pedro Solbes, los directivos de Goldman Sachs, Morgan Stanley, y Societé Gènérale. Junto a ellos el Presidente del Banco Mundial Robert Zoellic, el Director General del FMI Dominique Strauss-Kahn, el Director de la Organización Mundial del Comercio, Pascal Lamy, el Presidente del Banco Central Europeo Jean Claude Trichet, el Presidente del Banco Europeo de Inversiones, Philippe Maystad. Las finanzas hispanas estuvieron representadas por Ana Patricia Botín, presidenta de Banesto e hija del Presidente del banco Santander, Juan María Nin, Director General de la Caixa y Matías Rodríguez Inciarte, Vicepresidente del Santander.
Algunos medios hablan de la presencia del Secretario norteamericano del Tesoro Timothy Gaithner, otros señalan la asistencia de Peter Orzag, director de la Oficina de Administración y Presupuesto.
Gobernantes y políticos estuvieron también en la cita catalana. Los diarios hablan del Consejero de Seguridad Nacional, Gneral James Jones, el Subsecretario de Estado norteamericano James Stesnberg, el funesto Henry Kissinger, el enviado especial norteamericano para Afganistán y Pakistán Richard Holbrooke, el Presidente de Austria Heinz Fischer, el Primer Ministro francés Francois Fillon, el ex Primer Ministro italiano y Ex Presidente de la Comisión Europea Romano Prodi, el Vicepresidente de la Comisón Europea Joaquín Almunia y el Presidente de la Generalitat catalana José Montilla.
El poder militar envió algunos de sus halcones: el ex secretario de Defensa de Bush, Donald Rumsfeld, su subalterno, Paul Wolfowitz, el Secretario General de la OTAN Anders Fogh Rasmussen y su antecesor en el cargo Jaap de Hoop Scheffer.
Los medios de manipulación (dis, comunicación) jugaron también en este poder a la sombra. No podían faltar el Presidente y el Consejero Delegado del Grupo Prisa (dueño del diario español El País) Ignacio Polanco y Juan Luis Cebrián, y los representantes de otros grandes medios como The Washington Post, The New York Times, The Economist,Die Zelt y Le Nouvel Observateur. Tampoco podía perderse la cita el magnate de los medios Rupert Murdoch.
Las monarquías europeas bendijeron también la reunión con su presencia. La Reina Sofía de España, la Reina Beatriz de Holanda y el Príncipe Felipe de Bélgica formaron parte de los debates.
El magnate de la era digital Bill Gates, quien fue el único asistente que habló algo a al prensa antes del encuentro. “Soy uno de los que estará presente”, dijo y anunció que “Sobre la mesa habrá muchos debates financieros”.
¿Qué habrá salido de los secreteos de tantos personajes poderosos e influyentes?
Exudando poder y crisis
Esta es la segunda vez que España acoge al Club de Bilderberg. Antes fue en el balneario de La Toja, en Pontevedra, Galicia, en 1989, bajo el mandato de Felipe González.
Para esta ocasión, la cita le costó unos 150 mi euros diarios al gobierno de Zapatero. Más de 300 miembros de la Policia Nacional, la local, la Guardia Civil y los Mossos d´Esquadra, formaron una muralla impenetrable alrededor del lujoso hotel de Sitges. Los vecinos del lugar necesitaron acreditación, les prohibieron las visitas durante esos días y el uso de cámaras fotográficas.
El Sindicato de Mossos d´Esquadra emitió el viernes 4 de junio un comunicado denunciando “el gran despilfarro” que supusieron las medidas de seguridad. “No se entiende que en plena crisis, cuando los gobiernos ha impuesto un recorte salarial a todos los funcionarios, escudándose en la crisis económica, ahora se dedique a enviar a centenares de mossos a cubrir un acto no oficial y a generar un gasto cifrado de miles de euros que deberán pagar los fondos públicos”.
Y, precisamente, de la crisis que vive España y una buena parte de Europa, se dice que se habló entre los Bilderbergs. El Presidente José Luis Rodríguez Zapatero compartió unas horas con ellos hablándoles sobre los planes anticrisis de España y tratando de generar confianza en los mercados y en los inversores internacionales, a pocos fechas del vencimiento de un buen porciento de la deuda española. Echándole una mano al Presidente del Gobierno en sus explicaciones a los notables, estuvo su mano derecha, Bernardino León, Director General de Presidencia, asiduo asistente al Club en los últimos años
El diario británico The Guardian vio la cita española de los poderosos con fina ironía: “El año pasado el Bildeberg tuvo lugar en Vouligmeni, en la costa sur de Grecia. Asistieron el ministro de Economía, el de Asuntos Exteriores y el gobernador del Banco Nacional de Grecia. Pocos meses después, Grecia estaba en bancarrota y Atenas en llamas. Así que ¡buena suerte, Madrid!”
Dictadura Global
Los participantes de Sitges ya regresaron a casa. Nada se sabe de los resultados finales de la cita. El concilio de los poderosos no le debe cuentas a nadie. Ya aparecerán indicios en el futuro.
Los especuladores de la noticia hablan de que el poder en la sombra analizó el futuro del euro y las estrategias para salvarlo, la situación de la economía europea y el rumbo de la crisis. Bajo la religión del mercado y el auxilio de los drásticos recortes sociales se quiere seguir prolongando la vida del enfermo.
El Coordinador de Izquierda Unida, Cayo Lara, definió con claridad el mundo que nos imponen los Bildeberg: “Estamos en el mundo al revés; las democracias controladas, tuteladas y presionadas por las dictaduras de los poderes financieros”.
Otro de los temas abordados parece ser Afganistán. Richard Holbrooke declaró el lunes en conferencia de prensa que en la reunión del Club cenó con Zapatero, hablaron sobre la situación en el país asiático y le agradeció por la presencia militar española en esa nación.
Lo más peligroso, que ha salido a la luz en el diario español Público, es el consenso mayoritario de los miembros del Club a favor de un ataque norteamericano a Irán, aunque algunos invitados europeos expresaron su oposición.. ¿Será el preludio de la nueva guerra del imperio? Recordar que los miembros del Club sabían la fecha exacta de la invasión a Irak del 2003 diez meses antes de que ocurriera. ¿Y ahora?
Fuentes: Público, El País, The Guardian, Xornal de Galicia, Wikipedia, Noticias de Gipuzkoa, Rebelión, La Voz de Galicia.
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