La Operación Huerto (en hebreo: מבצע בוסתן)
Fue un ataque aéreo israelí sobre un objetivo conocido por los sirios con el nombre clave de Al-Kibar, situado en la región de Dayr az-Zawr,en la República Árabe de Siria, llevado a cabo justo después de la medianoche del 6 de septiembre de 2007.
Los atacantes emplearon un total de 8 aeronaves. Los aviones de combate estaban equipados con misiles Aire-Tierra AGM-65 Maverick, bombas de 500 libras, y tanques externos de combustible. Participó también y de manera decisiva una aeronave de inteligencia electrónica.
¿Qué fue lo que realmente pasó allí?
Rashomon o la era de la sobre-información
Casi inmediatamente de realizado el ataque aparecieron al menos 6 versiones diferentes.
Este es otro ejemplo del llamado mundo de la sobre-información, que es a la vez el ideal para la desinformación.
1. La CNN informó, primeramente, que este ataque tuvo como objetivo la destrucción de armamento “destinado a los miembros de Hezbolá” y que la operación israelí “dejó un enorme hueco en el desierto”.
2. El 13 de septiembre, el diario The Washington Post informó que los servicios de inteligencia estadounidenses e israelíes habían conseguido información sobre una instalación nuclear construida en Siria con la ayuda de Corea del Norte, y que el objetivo era una “instalación capaz de construir armamento no convencional”
3. De acuerdo con lo expuesto en el The Sunday Times, el objetivo era un escondrijo de materiales nucleares procedentes de Corea del Norte.
4. Esta información fue desafiada el 24 de septiembre, cuando The Raw Story informó que oficiales de los servicios de inteligencia de los Estados Unidos habían dicho que no se había atacado a una central nuclear, sino que el objetivo habían sido los misiles No-Dong construidos en Corea del Norte. De acuerdo al informe, los misiles eran anticuados, pero Siria estaba intentando armarlos “químicamente”.
5. El 28 de septiembre el diario kuwaití Al Jareeda anunció que el general iraní Ali Reza Asgari, quién había desaparecido en febrero, fue la fuente del ataque aéreo. Esta noticia fue confirmada por el grupo de inteligencia Stratfor, que aseguró que Asgari “otorgó a Israel los conocimientos necesarios sobre el programa de misiles sirio, para llevar a cabo el ataque aéreo”.
6. El 14 de octubre, el periódico The New York Times, citando fuentes de inteligencia militar de los Estados Unidos e Israel, informó que el objetivo había sido un reactor nuclear en construcción, bajo la supervisión de técnicos norcoreanos, de los cuales un número indeterminado de estos técnicos fallecieron en el ataque.
Poco después el Presidente sirio, Bashar al-Assad en una entrevista dio la primera y única versión oficial del país atacado:
“El ataque israelí del 6 de septiembre de 2007 alcanzó una instalación militar en construcción, no un sitio nuclear, como pretenden acusar Israel y Estados Unidos”, dijo Al Assad en una entrevista publicada por el diario qatarí Al Watan.
“¿Es lógico que construyamos una instalación nuclear en el desierto y que no la protejamos con defensa antiaérea?”, se preguntó el mandatario sirio.
“La verdad es que la incursión fue en un sitio militar en construcción (…) Estamos contra las armas de destrucción masiva”, agregó Al Assad.
¿Qué había allí, era en realidad un sitio nuclear?
Los expertos en armas nucleares Paul Brannan y David Albright (bien conocido por sus erróneas e inefables “certezas” respecto de las inexistentes armas de destrucción masiva iraquíes) declararon que el edificio cuadrado era muy similar al reactor norcoreano de Yongbyon, el cual requeriría alrededor de mil toneladas de grafito altamente purificado como moderador. Rastros de ese material hubieran sido encontrados fácilmente tras el bombardeo.
Importar o producir tanto grafito hubiera llamado la atención de los numerosos espías que merodean por Siria. En caso de estar casi terminado, el reactor hubiera tenido barras de control las cuales, en la explosión, hubieran producido emisiones químicas fácilmente identificables.
¿Dónde pensaba Siria obtener barras de combustible sin despertar sospechas y causar alarma, precisamente en el momento en que EE.UU. busca cualquier pretexto para acabar con el gobierno de Damasco?
Por otra parte, Siria también afirmo que sus defensas antiaéreas habían disparado a aviones de la Fuerza Aérea Israelí, que habían bombardeado zonas vacías en el desierto, o edificios militares que no estaban en uso, pero no alcanzaron a ninguno.
¿Por qué?
Un informe indicó además que un comando de Shaldag que formaban parte de la IAF llegó al lugar el día previo para señalizar los objetivos vía láser. De acuerdo con las fuentes militares e industriales que contactaron con la revista Aviation Week and Space Technology, los israelíes utilizaron durante la operación un sistema tecnológico, Similar al Suter, desarrollado por los Estados Unidos.
Con este sistema, la Fuerza Aérea Israelí fue capaz de penetrar con sus aviones de combate en el espacio aéreo sirio sin ser detectados por radar. Este sistema permitió manipular directamente la señal recibida por los radares enemigos, mostrando en sus sensores objetivos falsos.
¿Quién dio la autorización para este tipo de ataque?
De acuerdo con lo que informó el diario The Sunday Times, los miembros del Sayeret Matkal, unidad de las Fuerzas de Defensa Israelíes, se introdujeron en la central nuclear siria antes del ataque del 6 de septiembre y llevaron pruebas a territorio israelí.
Tras la realización de diversos análisis y tras confirmarse que dicho material provenía de Corea del Norte, los Estados Unidos dieron la aprobación a Israel para realizar el ataque, afirmó THE SUNDAY TIMES.
The Times, también informa que esta misión fue dirigida personalmente por el Ministro de Defensa de Israel, Ehud Barak.
Un año después en el 2008 AFP reportaba que:
Un funcionario de los Servicios de Inteligencia de los EE.UU. dijo que Israel había decidido pasar a la acción sin pedir autorización a Estados Unidos. “Israel tomó su propia decisión de actuar. Lo hizo sin recibir luz verde de nuestra parte. Ni la pidió, ni se la dimos”.
Paisaje después de la batalla
Por parte de Israel no se realizaron comentarios sobre el incidente, a pesar de que el Primer Ministro Ehud Ólmert dijo que “Los servicios de seguridad y las Fuerzas de Defensa Israelíes están demostrando un coraje inusual. Naturalmente, nosotros nunca mostramos al público nuestras cartas.”
A los medios de comunicación israelíes se les prohibió realizar su propia investigación sobre el ataque aéreo.
Al Secretario de Defensa de los Estados Unidos, Robert Gates, se le preguntó si Corea del Norte estaba colaborando con Siria en su rearme nuclear, pero respondió únicamente que “nosotros estamos observando a los norcoreanos con mucha cautela. También observamos a los sirios con mucha cautela.”
Condoleezza Rice rechazó hacer comentarios sobre este ataque. “No comentamos las revelaciones de la prensa”, reaccionó de inmediato desde Tel Aviv, donde se encontraba como parte de una visita de cinco días a la región.
El primer reconocimiento público por parte de Israel llegó el 19 de septiembre cuando el entonces líder de la oposición, y hoy Primer Ministro Benjamín Netanyahu, dijo que había tenido noticia de la operación y que había felicitado al entonces Primer Ministro Olmert.
El asesor de Netanyahu, Uzi Arad posteriormente declaró a Newsweek “Sé lo que ocurrió, y cuando salga a la luz dejará boquiabierto a todo el mundo.”
De acuerdo con una encuesta realizada por el Dahaf Research Institute, la popularidad de Olmert subió del 25% al 35% tras el ataque aéreo. (Recuérdese este estaba envuelto en sonado escándalo de corrupción).
El 2 de octubre de 2007, las Fuerzas de Defensa Israelíes confirmaron que el ataque tuvo lugar, siguiendo una petición del diario israelí Haaretz para levantar la censura. Sin embargo, los mandos militares todavía siguen censurando los detalles sobre el ataque aéreo y el objetivo.
El 26 de octubre de 2007 se difundieron imágenes por los servicios secretos de Estados Unidos en declaraciones al The New York Times, en las que se señalaba que la instalación atacada había sido desmantelada por Siria poco después del bombardeo, prueba según los informadores de que Siria tenía algo que ocultar.
La agencia de noticias Reuters citó a un funcionario del Departamento (ministerio) de Defensa estadounidense, según el cual la importancia de la incursión aérea “no está dada por el hecho de si se alcanzó el blanco o no, sino porque demuestra la voluntad de Israel de realizar acciones militares”.
Y al parecer ¿contra quién iba dirigido realmente este ataque?
El 18 de septiembre, John Bolton señaló a la agencia de noticias israelí JTA que “se trata de un claro mensaje para Irán. Israel tiene el derecho a la autodefensa y esto incluye operaciones ofensivas contra instalaciones de armas de destrucción masiva que plantean una amenaza. Estados Unidos justifica estos ataques”.
Asimismo, un columnista de The Washington Post, David Ignatius –con acceso a altos funcionarios del gobierno– citó a una fuente anónima que describió el ataque a Siria como “un mensaje claro para Irán: Estados Unidos e Israel pueden identificar blancos nucleares y penetrar las defensas aéreas para destruirlos”.
Esa sugerencia del funcionario fue la indicación más clara de que el objetivo primario del ataque fue enviar un mensaje conjunto de Estados Unidos e Israel para intimidar a Irán, en un momento en que tanto el gobierno de Olmert como el grupo liderado por el ex Vicepresidente Dick Cheney se encontraban en crecientes dificultades para lograr ese fin con otros métodos.
Un año después en el 2008 AFP reportaba que:
Un funcionario de los servicios de inteligencia estadounidenses indicó que las instalaciones sirias fueron destruidas por un ataque aéreo israelí el 6 de septiembre de 2007, antes de ser cargadas con uranio. La AIEA refirió que según los informes que recibió, “el reactor aún no era operativo y no se había introducido en él material nuclear”.
Aquí están los hechos de este, quizás el antecedente más cercano en el tiempo. Ahora, como cada semana, ustedes tienen la palabra.
Tomado de :CUBADEBATE
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