 | | El Negro con integrantes del proyecto La Camorra |
Llega como siempre, saluda con su sonrisa contagiosa y permanente y el deseo continuo de Ashé para todos. Humberto Hernández (el Negro), más que el destacado pintor, el buen amigo, juntó a su tropa más querida de artistas plásticos y músicos y hacia el poblado pesquero de Puerto Esperanza partió para celebrar sus 52 años de vida.
"Esta fiesta es más que mi cumpleaños, es de tradiciones y raíces, de respeto a mis ancestros y de no perder la identidad. Trasladé a personas que son mis amigos y mis hermanos, para que conocieran a este pueblo que es sagrado para mí, y un día pudieran decir los que aquí viven, ‘yo estuve allí, compartí con ellos, yo los conocí’. Esa es mi transculturación, no dejar morir la identidad, es el traslado de la vida, del amor, de la cultura que es una sola", refería en entrevista durante los festejos.
Hasta la comunidad del municipio de Viñales fueron entonces representantes de las artes visuales pinareñas como Ulises Bretaña, Luis Contino Roque, Esteban Díaz Montesino, entre otros, todos integrantes de la expo Ashé pa´ti, inaugurada en el cine de la localidad, que comprendió además a Pedro Pablo Oliva y Julio César Banasco.
Una verdadera fiesta de raíces, donde hubo de todo un poco, bailes afro con los integrantes del proyecto La Camorra de la localidad, la exquisita descarga del grupo Internos, bajo la batuta de Noel Villar y Luis Ángel Sánchez, y donde no podían faltar rituales a la orilla del mar.
"No nací pobre, pero aun ahora soy pobre, porque todavía no he podido darle a mi pueblo y a la cultura cubana todo lo que pudiera dar. Dicen que uno es grande cuando muere, pero yo no quisiera morir sin darle a mi pueblo, a mi Cuba, todo lo que tengo para brindar y eso es paso a pasito, no tocaré el cielo pero estaremos todos más cerca de él", comentaba ya en los momentos finales.
"Tengo 52 años, quiera dios que dure 52 más, para poder decir voy a hacer una obra grande, de corazón, para todos, porque no es el disfrute mío, es del disfrute de todos. Mis manos son las de dios, las del Negro, las manos están nuevas, el pensamiento y la fuerza del corazón también". Ashé pa’l Negro, pues. Tomado del periodico : GUERRILLERO Pinar del Río CUBA |
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