Intercambia Fidel con científicos cubanos sobre el peligro nuclear
Enfrascado en su batalla incesante por informar al mundo sobre el peligro de una guerra nuclear y lograr persuadir al Presidente Obama de que no apriete el gatillo, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz sostuvo este lunes un encuentro con científicos cubanos para hablar sobre las armas nucleares y el peligro de una conflagración nuclear.
Durante dos horas, el líder de la Revolución intercambió criterios y realizó numerosas preguntas al Dr. Tomás Gutiérrez Pérez, Director General del Instituto de Meteorología, el Ing. José Fidel Santana Núñez, Presidente de la Agencia de Energía Nuclear y Tecnologías de Avanzada del CITMA, el coronel José Luis Navarro Marrero, jefe de la Secretaría de Ciencia y Tecnología de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, y el Dr. Fidel Castro Díaz-Balart, Asesor Científico del Consejo de Estado.
Hiroshima y Nagasaki, las bombas de uranio, plutonio e hidrógeno, la capacidad nuclear militar de las grandes potencias, el área de radioactividad que puede provocar el estallido de una bomba nuclear de acuerdo a su potencia, el hundimiento del submarino nuclear ruso en el 2000, el llamado “invierno nuclear” y otros interesantes temas fueron analizados en el encuentro.
Fidel evocó los días de la Crisis de Octubre, el proceso que llevó al acuerdo de emplazar los cohetes soviéticos en Cuba, el peligro que acechó a nuestro país y al mundo, los errores de Jruschov y Kennedy. “El mismo Kennedy estaba horrorizado de cuán cerca estuvo la guerra”, señaló.
“A nosotros no nos interesaba tener cohetes aquí, ni tener una base. Nos interesaba más la imagen del país. Una base soviética desvalorizaba la imagen de la Revolución, su capacidad de influir en nuestra región. ¿Por qué lo aceptamos?…Para nosotros era muy duro. Pero era una cuestión de internacionalismo”. Y recordó la reunión con la dirección revolucionaria donde planteó que “si estábamos esperando que el campo socialista se sacrificara y luchara por nosotros, debíamos estar dispuestos a sacrificarnos por ellos”.
El recuerdo histórico le sirvió para analizar los peligros del presente, con casi 25 000 artefactos nucleares: “¿No les parece cosa de locos?-preguntó a los científicos. “En este pequeño planeta basta con 100 bombas para provocar un invierno nuclear. Eso no es de gente cuerda”
Más adelante remarcó: “Pareciera que esta va a ser la primera guerra del mundo; y la historia humana no conoce otra cosa que la guerra. Desde que el hombre tuvo un garrote se dedicó a hacer la guerra. Todos esos razonamientos están equivocados, y por eso me estoy esforzando por tratar de persuadir sobre el peligro. ¿Quién sabía hasta hace poco del peligro de guerra? ¿Quién habló de eso? ¿Quién controla todos esos medios de comunicación en el mundo?”
“Aquí todo va a depender de un hombre; no porque sea poderoso, sino porque es el único que tiene la facultad de apretar el gatillo. Si no lo aprieta se lo va a agradecer todo el mundo, se lo van a agradecer hasta los millonarios; se lo va agradecer hasta Israel”-concluyó el Comandante en Jefe sus valoraciones, con el convencimiento de que los científicos también pueden ayudar mucho en esta batalla de concientización sobre los graves riesgos para la humanidad
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