La familia Bush tenía negocios en Cuba
Tomada
La obsesión de la familia Bush con Cuba y su empecinamiento por hacerle difícil la vida a los cubanos obliga a una pregunta: ¿Hay algún secreto o “agujero negro” en las relaciones de los Bush con esa isla del Caribe? En realidad no hay en eso ningún gato encerrado, porque el esqueleto escondido salió del clóset hace tiempo cuando se hizo una investigación y recuento de la vinculación del apellido Bush con Cuba realizado por Marcelo Pérez Suárez, doctor en Ciencias Políticas, del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba.
De un trabajo suyo tomamos estos reveladores datos:
George Herbert Walker, bisabuelo materno de George W. Bush, integrante de la adinerada familia liderada por Prescott Bush, se coloca como director de siete compañías que operaron en Cuba desde 1920. Se dedicaban al azúcar, la destilación de ron y al ferrocarril, que servía de infraestructura. Estas fueron The Cuba Company, The Cuban Railroad, Cuban Dominican Sugar, Barahona Sugar, Cuba Distilling, Sugar Estates of Oriente y Atlantic Fruit and Sugar.
Todas ellas se unieron en 1942 en la West Indies Sugar Company, nacionalizada en 1960 por el gobierno revolucionario cubano.
En 1953, fallece George H. Walker, pero su hijo de igual nombre (Jr.) y tío de George Bush, fue quien asumió las riendas de las mencionadas siete compañías. Paralelamente, ese propio año, George Bush (padre W. Bush) incursiona en el negocio del petróleo y funda la compañía petrolera Zapata Oil en Houston, Texas, creando la Zapata Offshore como subsidiaria.
Ya en 1958, Zapata Offshore firmó un contrato para explotar yacimientos petroleros a 40 millas de Cuba y al norte de Isabela de Sagua, en la provincia de Las Villas. Un negocio truncado también con el triunfo de la Revolución en 1959.
No obstante, eliminada la posibilidad de continuar los negocios e inversiones en Cuba, George Bush -padre- continuó siendo Presidente de Zapata Offshore hasta 1966.
La pista seguida a Zapata Offshore y su dueño George Bush, ha resultado un misterio por la vinculación de ambos a la CIA, demostrado en documentos desclasificados por los propios servicios secretos norteamericanos. También porque los récords de Zapata fueron destruidos. Una buena parte después de 1960, lo cual se asoció a proteger a George Bush, cuando empezaba su carrera política y desaparecieron completamente entre 1981 y 1983, cuando se inició como vicepresidente de EE.UU. Motivos habían.
Lo cierto es que por la vía de la West Indies Sugar y Zapata es muy probable que la familia Bush, además de ser afectadas sus negocios e inversiones en Cuba, haya mantenido algún “derecho” de reclamación a partir de las nacionalizaciones hechas por la Revolución. Recordaremos que muchas compañías se han continuado traspasando estos “derechos” hasta la actualidad, aspirando a recuperar las propiedades o una alta compensación, bajo la complicidad de las leyes y el gobierno norteamericano.
Fletcher Prouty, ex oficial de la CIA, confirmó en su libro publicado en 1973, El Team Secreto, que dos de los barcos utilizados en el desembarco por Girón -el Bárbara J y el Houston- fueron renombrados y pintados por el agente Bush en la base naval de Elizabeth City, de Carolina del Norte, antes de ser enviados a Cuba, y que su compañía Zapata Offshore fue utilizada como fachada.
En resumen que en las relaciones entre la familia Bush y Cuba no hay ningún “agujero negro”. Todo está más claro que el agua ni hay nada oculto que investigar.
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