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Estrella Occidental

Repetir ¡No! Reiterar ¡Sí!


Escrito por Ramón Brizuela Roque   
Jueves, 23 de Septiembre de 2010 13:06
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El sector de la construcción acogerá parte
de la fuerza de trabajo
Quizás en estos momentos el único tema que haya desalojado de las conversaciones hogareñas y laborales a las novelas cubana y brasileña, haya sido el reordenamiento de la fuerza laboral en Cuba.

En periodismo repetir es un pecado, pero reiterar, una necesidad. Eso nos obliga a volver sobre el tema y aunque el horizonte no está totalmente despejado, por lo menos se puede abundar en el futuro inmediato.

En los próximos días se informará progresivamente, en la medida que ocurran los cambios y se emitan las leyes pertinentes, pero eso no impide que abordemos otras aristas del tema laboral.

Lo de la justicia social está claro, la responsabilidad estatal para con sus ciudadanos también, pero quedan muchas preocupaciones que sinceramente en estos momentos las trabajan los especialistas y no todas están disponibles para responderse de inmediato.

Hay decisiones, planes y propósitos, pero los que más se deben preocupar son aquellos que durante años hicieron caso omiso de la superación, jugaron con la disciplina laboral, ignoraron los reclamos administrativos y laborales de ser más eficientes y ahora, que la idoneidad es un aspecto determinante, se aferran a la interrogante de ¿por qué sobro yo?
El tema es complejísimo, la gente emprendedora ya hace sus cálculos de cómo enfrentar la situación, pero volvemos al caso de lo anterior: qué hacer.

El estado, que tiene la difícil tarea de prescindir de inmediato -período del primer trimestre del 2011- de medio millón de trabajadores, centra las perspectivas en otros modos de empleos ya conocidos y susceptibles de potenciar, como son el cooperativismo, las acciones por cuenta propia y los arrendamientos, quizás esta última la más novedosa.

La gestión cooperativa hace tiempo es conocida por los cubanos del último medio siglo y lo único que pudiera señalársele sería que no siempre ha actuado con la eficiencia que requieren la producción y los servicios, pero eso es solucionable.

Las acciones productivas y de servicios por cuenta propia han tenido fluctuaciones, pero se habla de flexibilidades necesarias, porque de lo contrario tendría muchas limitaciones, aunque lógicamente iría acompañada de un nuevo régimen impositivo como es la práctica internacional.

Una tercera opción es el arrendamiento, que por supuesto está en fase experimental y eso explica por qué no se ha generalizado, por citar dos ejemplos las barberías y algunos taxis en Ciudad de La Habana. Ambos han tenido aceptación, el tiempo dirá cuáles son los ajustes imprescindibles y los beneficios para sus desarrolladores.

Hace una semana comentábamos que uno de los mayores retos del mundo contemporáneo es asegurar empleo a los ciudadanos y algunos compararían a Cuba con el resto del mundo, donde uno de los problemas sociales más agobiantes es el desempleo.

La paradoja nuestra es que mientras aquí en algunos lugares sobran brazos, en otros están deficitarios hace tiempo, pero alguna gente no quiere estos empleos, porque hemos vivido con todo asegurado, con un estado paternalista que nos alimenta a bajo costo, nos cura las enfermedades, nos educa a nuestros hijos y nos construye hasta la casa.

Vamos a hablar sin extremismos, porque cada problema tiene muchas lecturas y enfoques, cuando en Cuba pasa un huracán quién es el responsable de construir la casa: el Gobierno; pero la pregunta es, quién hará las viviendas destruidas en 1970 por el sismo de Nicaragua, las del ciclón Katrina en New Orleans, Estados Unidos; la de diferentes terremotos en Chile y las que arrasan cada año los huracanes en América Central y el Caribe.

Quién paga la factura médica de los ciudadanos sin seguro médico en cualquier país de América, excepto ahora en Venezuela y Bolivia. Quién la paga en Cuba.

Problemas tenemos, quizás eso sea lo que más nos sobra, pero hay una realidad: problemas vamos a tener por los siglos de los siglos si no se toman medidas como las que se avecinan. Esta es como la parábola de la hormiga, todo el verano trabajando para tener para el invierno.

Si en el país no se toman medidas de este tipo vamos a estar en invierno permanente. Deben disminuir hasta cesar las regalías, para que el ciudadano aquilate más el valor de las cosas; hay que subsidiar lo que se continuará haciendo, educación y salud, pero todo con mesura.

Algunos lectores nos tildarán de idealistas, de soñadores y tienen razón, esta es una tarea de románticos, porque con todos los problemas internos, más los que nos suman la crisis económica internacional, las guerras ajenas y el cambio climático, hacen falta grandes dosis de optimismo, pero ese se adquiere, pongamos la cabeza en la almohada y repasemos cómo hemos enfrentado otros momentos más difíciles... este es uno de ellos, que seguro también tendrá solución.

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Tomado del periodico Guerrillero

Pinar del Rïo   CUBA 

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