Tranquilino Sandalio de Noda: Un genio precursor de las ciencias

Escrito por Idania Hernández García

Sábado, 22 de Mayo de 2010 13:51

Vista aérea de la ciudad de Pinar del Río Dentro de los hijos ilustres de Pinar del Río destaca sin lugar a dudas el insigne sabio  pinareño Tranquilino Sandalio de Noda. Un 23 de mayo, con 64 años  falleció, luego de una existencia intensa al servicio de la ciencia y la literatura. ¿Qué estatura tuvo este pinareño? Su creación  literaria tanto en prosa como en verso fue prolífera, pero además desarrolló una amplia actividad  de gran multiplicidad que dejó plasmada en su obra mayor sobre textos científicos. Dibujante, periodista, traductor, políglota, taquígrafo, crítico, ensayista, poeta, narrador y como estas facetas fueran poco escribió su obra mayor sobre textos científicos, además de catalogador, coleccionista, investigador, aventurero, descubridor de islotes e historiador. Sorprende que un hombre de formación eminentemente autodidacta haya podido alcanzar tan vasta cultura, y haya llegado a una comprensión de tan grande alcance. Martí lo llamó el "Pasmoso Noda" y acotaría además, "la tierra que da Noda puede pasarse sin doctores",  y le significó otros relevantes epítetos. Muchos otros intelectuales de la época le reconocieron su inteligencia y     erudición sorprendentes, su sapiencia y valía sin límites. "Enciclopedia andante" se le llamó, y en realidad, la expresión fue exacta y justísima. Debutó en el mundo de la fama con su triunfo inicial, consistente en los honores que la Sociedad Económica de Amigos del País le otorgó para premiar su memoria sobre el cultivo del café, el primero de una serie de lauros que recibiría a lo largo de su fructífera vida. Trabajó para la implantación del Sistema Métrico Decimal y colaboró en la prensa de la época. Autor de Atlas matemático, físico y político y de Memoria sobre el Sistema Métrico Decimal y ventajas de su implantación. Destaca además en su fecunda obra su dominio de varios idiomas, pues no sólo probó tal hecho en sus traducciones, sino porque, además de las lenguas modernas: español, inglés, portugués, italiano; conoció y utilizó el griego, el latín y el hebreo; al tiempo que se comunicaba con los esclavos en lenguas africanas: mandinga, congo, carabalí y lucumí, y realizó estudios del alfabeto maya y dio inicio a un diccionario de voces siboneyes, que lamentablemente quedó trunco. En honor a tan célebre personalidad, en Pinar del Río existe un museo de historia natural que lleva su nombre, que posee siete salas expositivas, un salón infantil y una sala para reuniones y eventos. Atesora entre sus colecciones exponentes de la fauna, restos fósiles de gran interés y esculturas, a escala natural, de animales prehistóricos. Brinda servicios de taxidermia, consultas técnicas, charlas y conferencias. Uno de los centros educacionales que ostenta la categoría de Referencia Nacional en  Agricultura Urbana en la provincia también se denomina Tranquilino Sandalio de Noda,  igualmente como digno tributo. Profundizar en la génesis de cómo se gestó este paradigma de la cultura cubana, a seguir la pista de su genio es una perenne invitación a todos aquellos que andan el camino hacia el futuro.